domingo, julio 22, 2012

Reseña: The Innkeepers (2011)

The Innkeepers (2011) es la nueva película del director Ti West y una de las más firmes candidatas para lo mejor de este año en materia de cine de terror. Es también una película muy en la onda de lo que fue The House of the Devil (2009) en el sentido de que se trata de una historia de terror sobrenatural anclada en medio de la cotidianidad del mundo moderno. Sin embargo en esta ocasión el tratamiento del horror es mucho más sutil y esconde en su escueta trama un comentario mordaz sobre el estado del terror actual al centrarse en dos jóvenes empleados de un hotel en decadencia que deciden buscar pruebas definitivas de que el antiguo edificio en el que trabajan está embrujado, evidentemente topándose con más de lo que pueden manejar.

Puede ser este el motivo por el cual pensé al principio que la película sería en realidad una poca disimulada mirada al horror de corte documental y de formato casero, pero no es así. Por el contrario, y si bien los fantasmas tardan en aparecer, West no huye de evidenciar al espectador la existencia de lo sobrenatural pero lo hace mostrando el horror como una anomalía anacrónica en medio de la realidad mundana; uno de los detalles más significativos de esta cinta es que el hotel embrujado se haya no en un sitio apartado de la civilización (como ocurre por ejemplo en El resplandor (1980), de Stanley Kubrick, que vendría a ser la muy evidentemente principal fuente de inspiración de esta película), sino en pleno centro de la ciudad, a dos pasos de la cafetería donde la chica protagonista va a tomarse el latte del desayuno. Esto hecho en apariencia aleatorio no sólo refuerza el tema estético de la película sino que también juega con el espectador otorgándole una falsa sensación de seguridad que choca con el ambiente tétrico del hotel, su angustiosa geometría y sus muy extraños últimos inquilinos.

Como ya mencionaba arriba, los fantasmas tardan en aparecer, lo cual de entrada representa un desafío para aquellos espectadores carentes de paciencia, pero una vez que el horror se pone en marcha los resultados son muy positivos e incluso dados a lo que ya vienen siendo constantes en el cine de caserones embrujados como las habitaciones malditas, la trama circular o el terrible peligro que espera a aquellos incautos que se adentran en el sótano. Nada que no hayamos visto antes, pero que gana muchos enteros al ser esta una película que se toma en serio a sí misma y que sabe ir más allá de sus propias limitaciones. Poniéndolo en términos muy básicos, The Innkeepers es una de esas películas de terror que dan miedo y a la vez maravillan por lo trabajada que está su atmósfera.

Una última cosa a destacar por supuesto es la actriz protagonista, Sara Paxton, a quienes vosotros reconoceréis como la Mary del reciente remake de La última casa a la izquierda (2009), y que aquí está irreconocible en su papel de niña ingenua y andrógina que se adentra demasiado en lo que al principio parece ser un estéril misterio. En todo caso, mi comentario final es para recomendar encarecidamente The Innkeepers y a Ti West como un director al que hay que seguirle la pista.